En 1989, Talleres Naval se trasladó a sus actuales instalaciones en calle Almacellas, 108.
Coincidió esa fecha con la llegada de la primera empacadora, otro paso más en esa especialización pretendida y otro éxito a día de hoy, ya que Talleres Naval es líder en el mercado de las empacadoras en la comarca, tanto en venta como en servicio. Incluso, y a modo de anécdota y sorpresa, llamadas telefónicas desde Argentina o Chile han requerido el servicio técnico de Talleres Naval. Esa característica diferenciadora de Talleres Naval sobre la maquinaria de recolección, no les ha apartado de seguir comercializando la marca New Holland en tractores. De hecho, los datos hablan por si solos; ciento veinte tractores vendidos en los últimos cinco años.
Otro de los hitos importantes en el desarrollo de la empresa se enmarca en 1995. Por aquella época, las viñas en esta parte de la provincia comenzaban a ser un cultivo en alza. Talleres
Naval apostó por introducirse en ese mercado emergente, comenzando a vender y dar servicio de máquinas vendimiadoras. Otros lo intentaron pero se quedaron en el camino. Hoy, y después de dieciséis años, la empresa de Binéfar es un referente para la mayoría de bodegas del Somontano, Cinca Medio, Litera y Raimat. Ahora, y gracias a la diversidad de cultivos, las campañas se alargan, y el trabajo se sucede. Para Pepe Naval, el calendario, al inicio del año, ya refleja un trabajo contrareloj . Para atender de la manera más profesional toda la tarea que explica Pepe Naval, la plantilla la componen, actualmente, siete mecánicos, 3 personas en oficinas, además del propio Pepe Naval, al frente.
Talleres Naval,
50 años a su servicio
El 1 de abril de 1961, José Naval abría la puerta de Talleres Naval, en la calle Aragón, 24 de Binéfar. Sus inicios se volcaron en la reparación de maquinaria agrícola, en general. Al poco tiempo de iniciarse como autónomo, José Naval descubrió que el éxito podía residir en un término clave en nuestros días y que para él ya lo fue entonces, especialización. Su mirada se dirigió hacia la maquinaria de recolección; cosechadores, empacadoras, y más tarde, vendimiadoras.
En ese momento, fue muy importante para su negocio la representación, en forma de servicio técnico, que obtuvo de New Holland para buena parte de la provincia de Huesca y Lérida. Con la marca belga de la mano, llegó la primera cosechadora, Claeys L75.